Tres días en kanthari
Por Ananya Ayasi, voluntaria en Make A Difference
MAD (Make A Difference) es una organización que trabaja en 23 ciudades de la India. Apoyamos a los niños en el hogar, de un punto de vista escolar, para que puedan también obtener buenas notas. Todos los años, durante 2 a 3 días, organizamos los llamados “campamentos de ensueño” para los niños. Para esto estamos buscando lugares especiales, lejos de su vida cotidiana.
Llegué al MAD Dream Camp como voluntaria el año pasado y estaba tan emocionada como los niños, después de todo, era mi primera vez.
Solo había oído hablar del instituto kanthari como sede. El instituto fue muy elogiado, especialmente su arquitectura inusual. Luego, dos semanas antes de nuestro campamento, visité el campus con otros voluntarios MAD. Me sorprendió lo hermosos que están los edificios incrustados en la naturaleza, que es algo que no podemos encontrar en Trivandrum.
Después de un recorrido por el edificio y el jardín, tuvimos la suerte de poder escuchar a Paul, el cofundador. Contó la historia de kanthari y me quedó claro cómo todo, la arquitectura ecológica, se ajusta a la filosofía general de kanthari.
Kanthari es en realidad una forma de vida especial. Y luego vivimos en el campus durante tres días y noches. Y este corto período de tiempo nos dejó en claro que incluso la acción más pequeña que hacemos con o sin cuidado puede tener un gran impacto en el medio ambiente.
Cualquiera que haya pasado tiempo en el instituto kanthari entiende que la arquitectura sostenible no es solo algo que se puede aprender de un libro de texto. Tienes que sentir la necesidad y ahora es más importante que nunca.
En MAD nos enseñan a prestarnos más atención el uno al otro. Eso significa que tenemos la responsabilidad de cuidarnos unos a otros. Mientras MAD nos anima a cuidar a nuestros semejantes, aprendemos de kanthari a cuidar la tierra que nos alimenta. ¿No es esa la lección que todos necesitamos tanto ahora?
Cuidar de las personas que nos rodean es ahora la única tarea que tenemos entre manos durante el toque de queda. Pero tan pronto como se libere el cierre, volveré al campus de kanthari para echar un vistazo más de cerca a todo. Quiero volver a hablar con Paul y con todos los demás, y sé que kanthari puede ayudarme a estar un poco más agradecida por todo.